Abierta la convocatoria para el Grupo Terapéutico: Relaciones, Dependencias y Libertad. Más información aqui. Inscripciones y contacto en el correo info@antoniosotopsicologo.es y en el teléfono 652 80 45 11
Somos seres sociales» y, como tales, la pertenencia a un grupo es fundamental para nuestro desarrollo y bienestar. El apoyo social que en principio ostenta la familia de origen y, más adelante, el grupo de iguales y la familia elegida es un importante recurso para la expresión de dificultades y conflictos y el desarrollo de estrategias de afrontamiento. La familia, el grupo, contiene y apoya a sus miembros, es parte de su función.
En ocasiones, algunos de los cambios nuestra sociedad derivan en un alejamiento de los grupos de referencia, de los espacios compartidos, y en cierto individualismo que puede llegar al aislamiento. Conceptos tales como clan, familia extensa, vecindario, etc., van siendo menos relevantes, y a veces son sustituidos por otros colectivos donde la identificación es más estética, más superficial o, al menos, donde las funciones de apoyo mutuo, participación y solidaridad no tienen tanto peso.
Los grupos terapéuticos son un recurso muy útil (aunque aún poco utilizado) para abordar distintas situaciones personales y sociales, ya que pueden cubrir una doble función terapéutica y de apoyo social. Esto es especialmente relevante cuando se trata de problemáticas en las que la persona se aísla, tiene conflictos con los demás, o necesita identificarse con otras personas en una situación similar para poder abrirse y afrontar lo que le sucede.
Por otra parte, muchos de los problemas psicológicos se generan en los conflictos y dificultades de la relación con los demás, por lo que resulta lógico pensar que, para resolverlos, puede ser útil utilizar el mismo contexto de relación interpersonal, sólo que en una dinámica más sana. De esta forma, la terapia grupal puede ser compatible y complementaria con otros procesos terapéuticos individuales de cualquier índole.
En muchos casos, el hecho de compartir un espacio de encuentro en grupo, de poder comunicarse en un ambiente de seguridad y respeto, y de verse a sí mismo en la mirada del otro, ya resulta terapéutico y sanador.
En mi experiencia, la posibilidad de trabajar en grupo abre un interesante abanico de oportunidades, tanto en el “cómo” trabajar, mediante el uso de dinámicas y técnicas grupales, como en el “qué” trabajar, permitiendo integrar de manera vivencial nuestras emociones y nuestros patrones de comunicación y relación con los demás.